Identidad

El Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) organismo dependiente del Ministerio de Defensa, es una institución, donde confluyen las investigaciones realizadas por personal civil y las tres fuerzas, impulsa desde desarrollos vinculados con energías renovables como el generador eólico que funciona en la Antártida hasta vectores como el Gradicom I y II, cohetes lanzados con éxito el pasado 17 de diciembre de 2009 y 11 de Julio de 2011, respectivamente.
Misiles, lanzadores múltiples de cohetes, proyectiles de artillería y cargas explosivas especiales, pero también sistemas informáticos de control de crisis, láseres para el estudio de la atmósfera, sensores de gases y detectores de radiación G e infrarrojos son algunos de los desarrollos en las que trabaja el Instituto, que en los últimos años ha generado conocimientos para aplicar en el plano militar y también en el civil.

lunes, 9 de enero de 2012

“Somos referentes internacionales en control de vectores”

Dr. Eduardo N. Zerba, Director del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Cipein)
¿Cómo se compone el Cipein y cuál es su objetivo?
El CIPEIN está constituido por químicos, biólogos e ingenieros involucrados en actividades de control de plagas como son los forestales, zootecnistas y agrónomos. Este equipo multidisciplinario permite integrar conocimientos tanto para la investigación de laboratorio como para la de campo. Nuestro objetivo como Centro de Investigación es optimizar el control de insectos plaga, es decir, generamos conocimientos para el desarrollo de herramientas más eficaces, de mayor seguridad para la salud humana y de menor impacto ambiental. Esas son las tres premisas fundamentales para buscar formas óptimas del control de plagas.
¿Actividades que desarrolla el Centro?

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En líneas generales trabajamos en el desarrollo de nuevas formulaciones de control de plagas más inocuas para la salud humana y el ambiente. Otras actividades de investigación que tienen que ver con el impacto ambiental de los insecticidas son el estudio de la resistencia que desarrollan los insectos-plaga a los insecticidas, que es una repuesta ambiental indeseable al uso y mal uso de estos productos; y la ecología química de insectos como una herramienta nueva en el control de plagas, particularmente a través de la identificación y uso de feromonas y el estudio del funcionamiento sensorial de los insectos. Estamos trabajando en distintos insectos-plaga, el mayor énfasis lo ponemos en “plagas sanitarias”, especialmente en insectos vectores de enfermedades, como son la vinchuca (Triatoma infestans), vector de la enfermedad de Chagas, y el Aedes aegypti que es el mosquito vector del dengue. El chagas y sus insectos vectores son un problema latinoamericano y el dengue asociado a la transmisión vectorial por mosquitos es un problema mundial. Nosotros trabajamos sobre esos insectos-plaga estudiando nuevas herramientas de control. También estudiamos otro tipo de plagas como son el piojo de la cabeza, un insecto de importancia sanitaria y el taladrillo de los álamos, una plaga de importancia económica que afecta la producción forestal. Para algunas investigaciones en particular utilizamos otros insectos, como la mosca y la cucaracha, en general como sistemas modelo en algunos de los estudios que hacemos.
Además del desarrollo de nuevas herramientas de control, somos referentes nacionales e internacionales en lo que es resistencia a insecticida tanto en la vinchuca como el mosquito vector del dengue. Además del monitoreo de la evolución de esa resistencia, es decir, como se va haciendo el insecto cada vez mas resistente, estudiamos los mecanismos fisiológicos que causan el problema.
¿Cuáles son las etapas que requiere cada investigación?
Primero hay una etapa inicial que es la académica, que se lleva a cabo para entender ciertos fenómenos. Luego un segundo paso en donde tratamos de acercarnos más a la realidad y como parte fundamental de nuestro trabajo, intentamos desarrollar nuevas herramientas de control. Es en esta etapa donde se evalúa como los fenómenos investigados inicialmente podrían ser aplicados a algo que básicamente sea útil y tenga propiedades que representen una mejora en el control de insectos plaga. Y por supuesto, si estamos pensando en una nueva herramienta, partimos de la base que sea tecnológicamente accesible desde el punto de vista de los costos y factible para ser desarrollada por la industria local. Cuando hablamos de una innovación en el control de insectos plaga que introduzca una mejora, estamos apuntando a que tenga un mínimo impacto sobre la salud humana y sobre el ambiente.
Actualmente tenemos productos comerciales que están siendo utilizados por el mismo Estado Argentino en las campañas gubernamentales de control de vectores de la enfermedad de chagas y del mosquito transmisor del dengue. También nuestro Centro ha tenido éxito en el desarrollo de nuevos productos comerciales para el control de la pediculosis. Todas estas nuevas herramientas de control ameritaron en su momento transferencias de tecnología a empresas locales.
Es importante mencionar que Citedef tiene patentes de invención para cubrir la propiedad intelectual de esos resultados y son esas patentes la base de las transferencias de tecnología que mencionábamos antes. Argentina es el único país de Latinoamérica que utiliza productos desarrollados localmente, me refiero desde la investigación hasta la transferencia de tecnología, para el control de insectos vectores de enfermedades.
¿Cómo es el proceso de resistencia de una plaga?
La resistencia a insecticida es un mecanismo de defensa que tienen los insectos. Unos muy pocos individuos en una población tienen la capacidad de tolerar el efecto del insecticida y sobrevivir. Cuando uno aplica insecticida mata a los individuos que son susceptibles al insecticida y deja los que son tolerantes al producto, es decir, va haciendo una selección de resistentes. Eso se va transfiriendo en sucesivas generaciones y llega un momento en que la mayoría de los insectos de una población tolera dosis del insecticida que le permiten sobrevivir al tratamiento. La consecuencia es que falla el control de la plaga y cuando eso pasa aparecen varios problemas, comenzando por no haber resuelto el daño que causa la plaga. Otros problemas asociados a este desarrollo de resistencia es el aumento de las dosis de insecticida que se suele hacer y que es ni mas ni menos que una “mala praxis” que aumenta el riesgo de impacto ambiental y causa una mayor exposición humana con los posibles perjuicios para la salud. Por lo tanto es imprescindible el monitoreo que nos alerte de la aparición de fenómenos de resistencia y estudiarlos para poder manejarlos. En esta temática somos un Laboratorio de referencia internacional de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud con incumbencia para evaluar fenómenos de resistencia a los insecticidas en insectos vectores.
Cuando aparece la resistencia hay que buscar herramientas alternativas para poder plantear estrategias de manejo. Básicamente es cambiar los productos a los cuales el insecto se hace resistente para incorporar nuevos al control que recuperen la eficacia de los tratamientos.

¿Por qué se produce la resistencia?
Hay varios mecanismos por los cuales un insecto puede ser resistente. Los más importantes son los fisiológicos, como por ejemplo, que el individuo resistente tenga un contenido anormalmente mayor de enzimas que degradan al insecticida que ha entrado en su cuerpo o que la penetración para alcanzar el interior del insecto esté dificultada. Otro de los mecanismos de resistencia es que el lugar donde actúa el insecticida, por ejemplo un receptor de su sistema nervioso, esté anormalmente alterado. En este caso el producto ataca al blanco y la consecuencia de este ataque, que debería ser la muerte del insecto atacado, no ocurre por estar este blanco modificado.
La aparición de insectos resistentes al insecticida no modifica su apariencia. Por ejemplo una mosca resistente es idéntica a una mosca común susceptible a los insecticidas, pero tiene la facultad fisiológica de tolerar al tóxico, y dar lugar a fallas en el control. Va a seguir siendo plaga pero el problema ha aumentado porque ahora la mosca va a tolerar a las herramientas insecticidas usadas para su control. Sin dudas es imprescindible prestarle atención al problema de la resistencia, monitorearlo y entenderlo para poder manejarlo.
¿De qué manera afecta el cambio climático al control de las plagas?
Existe una preocupación creciente por la influencia del Cambio Climático global sobre la proliferación de insectos plaga, particularmente de los vectores de enfermedades. Este tipo de insectos se dan en climas subtropicales y tropicales, alrededor el Ecuador. Por lo general los países que tienen este clima son los que mas sufren problemas de vectores de enfermedades. Si esas zonas subtropicales y tropicales se ensanchan por el calentamiento global, consecuentemente esos insectos se expanden geográficamente, y por lo tanto, se extiende la posibilidad de que sean una plaga transmisora de enfermedades en zonas donde antes no lo eran.

¿Cómo es el mecanismo de contagio al humano de enfermedades transmitidas por insectos vectores?
Los mecanismos de contagio son muy diferentes entre el mosquito y la vinchuca. En primer lugar para que un insecto sea un vector, el agente que causa la enfermedad tiene que hacer parte de su ciclo de vida dentro del insecto.
Por ejemplo la cucaracha no es un vector de enfermedades pero si puede, por las patas, transmitir mecánicamente un agente patógeno, como puede ser el virus de la hepatitis.
En el caso del mosquito en el momento que chupa la sangre del humano inocula el virus del dengue. En la vinchuca el mecanismo es diferente, cuando el insecto pica también defeca y como la picadura genera picazón, la gente se rasca y se inocula el Tripanosoma cruzi, protozoario que causa el Chagas.
Que están haciendo para combatir estas problemáticas?
El mosquito hace un ciclo de su vida en el agua como larva y un ciclo adulto volador fuera del agua, que es el que transmite la enfermedad. Si uno no controla al mosquito volador y a las larvas que viven en el medio acuático, las poblaciones siguen reproduciéndose y transmitiendo el dengue. Por tal razón hemos trabajado en productos que tengan actividad larvicida y adulticida simultáneamente, lo que ha dado lugar a dos patentes de invención cuyas trasferencias de tecnología posibilitaron el desarrollo de dos productos comerciales fabricados por una empresa argentina. También hemos investigado, con buenos resultados, aceites esenciales de plantas y sus componentes como alternativas naturales para el control y repelencia del mosquito. Otra línea nueva y promisoria que llevamos a cabo para optimizar el control de la transmisión vectorial del dengue es la ecología química del insecto, dicho mas simplemente, como se comunica el mosquito con su entorno a través de pequeñas cantidades de compuestos químicos. Por ejemplo, identificar compuestos propios del mosquito o su entorno que lo atraiga, posibilitaría desarrollar trampas para controlarlo con muy bajo impacto ambiental o para evaluar la magnitud de sus poblaciones, lo que está asociado al riesgo de transmisón de dengue.
En lo referente al Chagas, estamos estudiando la resistencia a insecticidas que hay en algunas zonas en el norte de la Argentina y de Bolivia. Hay lugares con poblaciones de vinchuca muy resistentes a los insecticidas que se están usando actualmente. A través de estos estudios estamos proponiendo estrategias para manejar el problema con productos alternativos.
También estamos realizando estudios sobre el control del vector en los reservorios animales. La gente que vive en zonas chagásicas en viviendas rancho tiene en los entornos de la casa lugares donde crían cabritos y gallinas. Alli, en corrales y gallineros, se instalan las vinchucas porque le chupan la sangre a los animales. Esas vinchucas peridomésticas pueden invadir la vivienda y transmitir la enfermedad. Por dicho motivo estamos investigando herramientas de control para aplicar en los animales, que no los afecten, pero que cuando la vinchuca los pique se muera y así poder lograr el control del insecto en corrales y gallineros.

¿Se puede decir que la solución “está en casa”?
En realidad lo que nosotros planteamos es que el país debería contar con una tecnología propia para resolver sus problemas, particularmente aquellos que son propios de la Argentina o de Latinoamérica. Por ejemplo el caso más emblemático es la enfermedad de chagas, ya que es una enfermedad que ocurre solamente en América Latina. Es por eso que si la región no busca sus propias soluciones para resolver el problema, nadie se las va a traer de afuera. En general el que viene de afuera a traer una presunta solución es porque quiere hacer un negocio y le importa poco si lo que trata de vender funciona bien, mal o regular. Fundamentalmente le interesa que el país le compre.
Es por eso que el país tiene que buscar su propia tecnología a partir de sus recursos para resolver este tipo de problemas, como el de los insectos vectores de enfermedades. Por tal razón, una parte sustancial de los objetivos de nuestro Centro es buscar tecnologías propias para controlar las plagas ancestrales que son los insectos vectores. Creo que lo que estamos haciendo es útil para la Argentina, le da capacidad propia para resolver problemas que son inherentes al país y a la región.

¿Trabajan en convenio con otras instituciones tecnológicas?
En este momento estamos trabajando en conjunto con el INTI en un proyecto que tiene que ver con el uso de materiales plásticos en el control de mosquitos. Materiales plásticos que tienen incorporado un producto larvicida como parte constitutiva de ovitrampas letales, donde los mosquitos ponen sus huevos, pero las larvas mueren antes de llegar al insecto adulto. Este proyecto se encuentra en una etapa de estudio y experimentación y en fase del laboratorio, luego evaluaremos el funcionamiento en campo y si se puede transformar en una herramienta factible de control encararemos la transferencia a una Industria para ser producida.
Por otro lado existe un fuerte vínculo con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) en la formación de recursos humanos. Dictamos una Maestría en “Control de Plagas y su Impacto Ambiental” que se desarrolla en Citedef y somos parte de un Doctorado en Ciencia y Tecnología Mención Química, ambas carreras con el marco académico de UNSAM. Y otra Universidad con la que tenemos una muy buena relación es la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Con su Facultad de Ciencias Agrarias tenemos actividades académicas y realizamos trabajos conjuntos.

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